Santa Camila de… una nueva Habana Vieja.

Esta vez les traeré una vieja historia, contada nuevamente, por los mismos labios originales. Pero les advierto: es solo para lectores de mentes abiertas, que sean capaces de que su reloj se detenga en el tiempo, aunque sea una vez en su maldita vida…

Muchas veces las mejores historias de un pueblo, las cuenta el arte y las obras que nacen de este. “Santa Camila de la Habana Vieja” definitivamente no es la excepción. ¿Pero que pasaría si habláramos hoy en día con mi querida amiga Camila?

Cuando cree este espacio pensé en no solo traerles reflexiones con las que aportar algo a la existencia del mundo, sino que también tuve la intención de contarles historias reales que nos ayuden a provocar esas reflexiones o que despierten su interés espiritual. Hoy les traigo una de ellas, una que considero bien interesante y peculiar…

Como un susurro en el espacio y el tiempo.

Las calles de la habana guardan increíbles secretos he historias, la de “Santa Camila” fue contada hace mucho, pero aún, si prestamos atención podemos verla caminando por ahí, vestida de gitana, con collares y caracoles en las manos, ayudando a mas de una mujer, a combatir la infidelidad de sus esposos. Se escucha a Camila cantando a Changó con una fuerza increíble y una melodía enérgica. Hace poco me atreví a sentarme a su lado, en una esquina secreta del malecón, para que ella me contara su historia.

Nuevamente; Santa Camila de…

-¿Crees en Dios, o en los santos?– Fue su primera pregunta, ella es hija de Changó. Pero entonces, ¿Por qué Santa Camila y no Camila Changó? Eso no importa, como ella misma me respondió: “al final la mierda huele igual”.“Santa Camila de…” seguro ya conocen la historia que se conto de ella, verdad. Es la historia de todos los hombres, contada desde diferentes pueblos. El mismo chicle, pero con diferente sabor. Y no es que el de Camila, tuviera un sabor especia, más dulce. No. La verdadera diferencia, aunque no la contaron, es que todas las historias comienzan y terminan igual, y la de Camila se interpone. Ella no quiere parecerse a nadie.

“yo no soy una mujer de procedencia humilde, yo soy una mujer famosa; famosa, famosa, famosa…”

Mi amiga Camila es un personaje famoso, un objeto famoso, una obra de arte famosa, una actriz famosa, famosa, famosa o quizás, una simple come mierda. La vida le depara a cada personaje situaciones diferentes, difíciles en los que probarse a si mismos. Si personajes, famosos o comemierdas, pero personajes de esta eterna obra de teatro, que como dijese Chaplin: “no permite cortes de cámara ni equivocaciones” y según me comentaba, la hermosa Camila, se equivocó muchas veces. Siempre de diferentes maneras, pero siempre con el mismo tema, el mismo personaje y en la misma historia.

¿Por qué?

“Por ese estúpido de Ñico que me aloco la cabeza…” su vida entera dedicada a un hombre, a un solo hombre que la chuleaba y vivía de ella. Pero ¿Y ahora? Ahora solo lo ve en sus visiones y cuando los caracoles la ayudan a descubrirlo en el reflejo de su vaso de agua. Pero se le evapora, se le evapora tan rápido como en los sueños. Si claro, sueña con él cada noche, Camila nunca ha dejado de amarlo. Pero como de costumbre el nunca esta cuando ella lo necesita.

La historia que contaron.

Para los que han escuchado la historia de: “Santa Camila de la Habana Vieja” seguramente les resultara desconcertante concebirme hablando con ella en una esquina del malecón, y más, que me hable así la mujer que en el final de la historia “se adapto” o como dijesen los narradores “el amor la pudo”.Pero la realidad mis queridos amigos es que como en muchas ocasiones la historia ha sido contada como mas conveniente fue, y es fácil de explicar: aunque los años han pasado, Camila sigue viva, sigue viva en cada mujer que mantiene a su marido y es engañada, en cada religiosa devota que deja su suerte en manos de los Orishas, Camila esta detrás de cada tarro que intuyen las mujeres cubanas, Camila esta en cada inadaptada al los cambios, en cada mujer que se revela contra algo que no entiende.Por que en la verdadera historia, según me cuenta mi amiga, ella nunca se adaptó, el final nunca se escribió, por que el final no había llegado.

¿Qué fue de Camila?

Como mencionaba antes; según Camila, el amor por Ñico, junto a los fuertes cambios, y las nuevas ideas, la llevo a la locura total. Y su locura significaba: “encierro cautelar”.Pero Camila era religiosa, no tonta, engaño a sus psiquiatras con sus historias de santería, con sus ropas religiosas y sus ritos, como la enseño su madrina.

“No, no, no, yo no estoy loca pero tuve que engañar a los psicólogos para que me sacaran de allí, si al final todos los locos psicólogos tienen más problemas que yo, pero al tener un titulo de loco, digo, psicólogo profesional, pueden andar por las calles tratando de arreglarle la vida a personas que tienen menos problemas que ellos.”

Por que su corazón, todo el tiempo le decía que su amado Ñico regresaría, y ella lo estaría esperando, siempre, como en el final de su historia.

“Chango bendito, rey de mi alma, te prometo un tambor cuando el regrese y un carnero, todo, todo lo que me pidas.”

Pero el hombre del que ella se había enamorado, el Ñico que ella conocía, ya no volvió nunca más, de sus viajes y aventuras regresaba siempre un Ñico diferente, culto, con habilidades y muy poco dependiente de las mujeres.El hombre al que ella había dado su vida, y que en el fondo le pagaba con un maldito “tarro” el muy asqueroso, le aloco la cabeza, la hiso disminuir su trabajo, caer en el intento del cambio, a la fuerza, por que Camila nunca entendió ese cambio, ni le intereso cambiar.Ella consultaba a sus santos, ellos le decían todo lo que pasaba, cada vez que una ingenua muchachita iba a decirle: ¿por qué mi marido ha cambiado? ¿Por qué conmigo precisamente? Estaba ahí la respuesta, ella lo veía claro: Changó con Yemayá y luego escapándose con la puta de Oshun… estaba claro que era un “tarro”. Pero Camila sentía lástima, claro que era en el fondo lastima con ella misma, pues se reconocía en cada una de ellas, y les decía: “es el estrés lo que los mantiene así, alejados, distraídos.”

El Cambio maldito.

Para Camila el triunfo de la Revolución llego con los cambios de la mano, todos los cambios: los cambios de industrias, los cambios en la educación, los cambios en la salud y los cambios de mujeres. Si, y su marido se tomo muy apecho este ultimo cambio, la cambio por una “maldita intelectual” si al final ni caso le hiso la muy… me contaba Camila.

… aun recuerdo cuando le decía para sacarlo de la monotonía y quitarle la idea de los cambios: ¿Bailamos Ñico? Bailemos como en aquellos días en que me conociste. Te costó trabajo ¿he?…

Trabajo le costo a Camila tratar que no se fuera, que no se alejara. Pero al final partió, el partió de viaje, pero ella lo vio partir hacia el cambio total y radical. Ni Changó ni su puta santería le sirvieron para nada en ese último momento.

… que rabia le tengo a la Revolución y a esos malditos libros que me alejaron de mi Ñico…

Los culpa a ellos por su perdida, por que con su perdida, le empezó a temer a la soledad, por eso volvió con Ñico como contaron los narradores. Pero el era otro y ella seguía sintiéndose sola. Esa soledad con el tiempo se transformo en terror. Lejos de su santería, el terror se volvió locura. Y esa locura, con un poco de tiempo, la llevó a la muerte.

“JaJaJaJa… ¿porque no lo sabías? Yo estoy muerta. Pero no me mires así, no temas, los vivos hacen más que yo, los vivos como Ñico hacen más que yo…”

Como dige al principio la historia de Camila se puede escuchar en cada esquina de la habana, a la misma Camila podemos verla en cualquiera de estas calles adoquinadas. Hullendo de la Revolución y de los cambios. Por que Camilas hay muchas en nuestra Habana, incluso en nuestra nueva Habana, esa que mi amiga Camila, no conoció, por su locura.

En el fondo, poco importa si Camila esta viva, loca o muerta. Solo ustedes que han leído hasta aquí sabrán su verdadera historia. Para los demás seguirá siendo para siempre:

“Santa Camila de la Habana Vieja.”

7 comentarios sobre “Santa Camila de… una nueva Habana Vieja.

  1. Compañero, como siempre lograste superarte, conozco bien la historia de Santa Camila y este nuevo enfoque me parece tan diferente como rompedor. Me gusta, y aunque asumo que las fotografías no son de tu autoría me gusto que utikices tantas mujeres diferentes para reoresentar la diversidad de Camilas que puede haber en la Habana o en el Mundo. Gracias por traernos este recuerdo de la Habana. Abrazos.

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